22 de julio de 2007

Nota color última marcha de JC Blumberg...

Esta nota color la escribí el año pasado...Juan Carlos Blumberg ya no es más ´ingeniero´!
CONCENTRACION POR MAYOR SEGURIDAD

Plaza ideal para una noche especial
El ingeniero Blumberg reunió a sus seguidores por primera vez en la Plaza de Mayo. Alrededor de 20 mil personas lo acompañaron.

“Viva la patria”, volvió a escucharse en la Plaza de Mayo como otras tantas veces. Juan Carlos Blumberg convocó su quinta concentración en reclamo de mayor seguridad en un nuevo escenario. En esta ocasión, los ecos de sus reclamos y los de sus seguidores retumbaron por primera vez en las ventanas del despacho del presidente Néstor Kirchner. Blumberg hizo su debut en la Plaza de Mayo un día jueves, justo un día cargado con tanta historia.

La plaza y sus alrededores empezó a llenarse temprano de gente. Los seguidores de Blumberg salieron de sus oficinas del microcentro y se agruparon con el frío de este invierno bajo un cielo sin estrellas. Muchas corbatas, camisas blancas y costosos tapados inundaron el lugar. Reinó la calma. Al compás de la música serena de Diego Torres, varios entonando sus estrofas, la multitud esperó pacificamente la llegada del protagonista de la noche.

Cuando el reloj tocó las 19, las velas iluminaron Plaza de Mayo. “Color esperanza” retumbó con más fuerza y la gente movía sin cesar de un costado a otro sus velas. A espaldas de la Casa Rosada, pancartas con rostros conocidos, otros desconocidos llenaron el escenario. Al costado de la plaza, oficinistas que no bajaron, espiaban y alzaban sus velas desde las ventanas. Kirchner habrá hecho lo mismo desde la suya?

Blumberg no llegaba y la música de Diego Torres se repetía una y otra vez en los parlantes. Las luces blancas del Cabildo junto con las de la plaza brindaron una iluminación justa para la ocasión. Todo era paz. Todo era espera. Gente emocionada con lágrimas que corrían por sus mejillas abundaban. El ambiente estaba cargado de emoción. Pasaban los minutos y Blumberg aún no había pisado el escenario mayor. Las luces blancas, la noche tibia, las velas y la elección musical fueron el marco justo para una espera amena.

Los grandes ausentes de la noche fueron los bombos y tambores, tan presentes en cualquier acto argentino. Apenas se escucharon muy timidamente en el fondo de la plaza, como pidiendo paso.

Blumberg llegó, aún sonaba “Color esperanza” y la gente volvió a prender sus velas gritando “justicia, justicia”. Blumberg escuchó el pedido de sus seguidores. Queda por saber si también alcanzó a escucharse en los pasillos de la Casa Rosada.
Por Katherine Gallo - 31 de agosto de 2006

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