22 de julio de 2007

Entrevista a mi viejo...

CO-FUNDADOR DEL PRIMER CLUB DE PARACAIDISMO DE SU CIUDAD
Dueño de los cielos de la pampa
En el sur de Santa Fe, Juan Carlos Gallo co-fundó el Club de Paracaidismo Halcones. Saltaban con equipos viejos donados por la Fuerza Aérea.


En 1974, a 365 kilómetros de Capital Federal, Juan Carlos Gallo junto a seis amigos de su ciudad, co-fundó el primer y único club de paracaidismo que existió en Venado Tuerto. Amante de cualquier actividad que implique volar, fue primero piloto civil, paracaidista y criador de palomas mensajeras; actividad que aún hoy sigue manteniendo.

Hombre de pocas palabras, Juan Carlos siempre buscó oficios que lo mantuvieran fuera de una oficina: no soporta el encierro. En 1979, en busqueda de nuevos horizontes, emigró con su esposa y pequeña hija a Australia, donde vivieron durante doce años. De regreso a la Argentina y con tres hijos más en su familia, volvió para radicarse en su ciudad natal, en el sur de Santa Fe.

¿Cómo surgió la idea de fundar un club de paracadismo en Venado Tuerto?
Antes de ser paracaidista hice el curso de piloto civil en Venado y obtuve el carnet para conducir avionetas. Había muchos chicos que se acercaban al aeródromo porque les interesaban las actividades que se desarrollaban allí. En el aeródromo local conocí a los muchachos con los que fundamos el club de paracaidismo. Eramos alrededor de seis. Nos interesaba el paracaidismo y decidimos fundar el club. Había que tener un seguro de seis o siete personas para llevar adelante el proyecto.

¿Cómo fueron los primeros pasos para armar el club?
Una vez que formamos el grupo de seis o siete nos dirigimos a la Federación de Paracaidismo de Buenos Aires para averiguar los requisitos que se precisaban para formar un club. El primer requisito fue hacernos un examen psicofísico que se realizaba en la Fuerza Aérea. Una vez aprobado este exámen, te habilitaban para iniciar el curso de paracaidismo. El segundo paso fue encontrar un instructor oficializado por la Federación que pudiera dictar el curso y que estuviera dispuesto en viajar a Venado Tuerto los fines de semana. Por suerte, hubo varios instructores que estaban dispuestos a viajar y enseguida comenzamos con los cursos.

¿Fue el primer club de Venado Tuerto y de la región?
Sí, fue el primer grupo de paracaidismo que se fundó en la ciudad. En la región solamente estaba el club de Pergamino, pero acá en el sur de Santa Fe fuimos los únicos.

¿Cómo se llamó?
Lo nombramos “Club de Paracaidismo Halcones”

¿Porqué eligieron nombrarlo Halcones?
Elegimos “Halcón” porque es sinónimo del rey de los cielos de la cordillera, representa el que manda en lo alto. Es una insignia de fuerza en el aire.

¿Tenían algún apoyo económico externo para solventar los gastos de la actividad?
No, la única manera de reunir fondos para solventar nuestros gastos era asistir a los festivales que nos invitaban para saltar, festivales en distintas partes de Argentina. Los organizadores se ocupaban de pagarnos el pasaje, la estadía y todos los viáticos, con eso nos arreglábamos.

¿Con cuantos paracaidas contaban en el club?
Empezamos con uno. Al terminar el curso, la Federación nos obsequió un equipo bastante completo. Después nos contactamos con la brigada de paracaidismo de la Fuerza Aérea y gentilmente nos donaron dos equipos. Estos eran paracaídas que ellos habían dado de baja, ya no los usaban y no estaban en muy buen estado. Igual fuimos unos arriesgados: tuvimos coraje para saltar con estos equipos que estaban en condiciones precarias.

¿Cuando se disolvió el club?
Todo terminó por el factor económico. Los costos de la actividad eran cada vez más elevados y se hizo imposible afrontar dichos gastos. Las horas de vuelo iban en aumento, partes del equipo eran importados y difíciles de adquirir. Es una actividad bastante cara, dificil de realizarse con la inestable economía argentina.

¿Hiciste algún salto mientras vivías en Sydney?
Visité un club en las afueras de Syndey y la verdad me dieron muchas ganas de saltar. No lo hice porque el paracaidismo es un deporte donde prima el compañerismo, se realiza con amigos porque lo disfrutás más de esa manera. Saltar sólo no hubiese tenido el mismo gusto como cuando lo hacía con mis compañeros de Halcones en Venado.
Por Katherine Gallo - Septiembre 2006

No hay comentarios: